ALBATROS EDICIONES

Conocer la historia de este lugar, otrora municipio y, ahora, barrio de Berlanga de Duero, es de suma importancia, sobre todo, para los que hemos nacido en él.

Suscribo lo que dicen acerca de que un lugar no es nada si no hay algo que apreciar. Éste no es el caso de nuestro pueblo.

Hoy día lo encontramos casi despoblado, y aunque el devenir del tiempo no nos dejó grandes monumentos artísticos sino los elementos sentimentales, sólo por ello vale la pena dar a conocer su pasado y su presente.

Todos tenemos nuestros recuerdos, hoy distorsionados por el paso del tiempo, y allí mezclamos verdades y ensoñaciones. Mis recuerdos son como esos copos de nieve que van y vienen, llevados por el viento hasta que terminan posándose, suavemente en mi memoria. Acepto que tienen poco valor, que quizá sean irrelevantes, pero han moldeado mi vida.